Creo que he perdido toda la confianza que tenia en nosotros. Bueno, tambien en tus palabras, que ayer eran mias y hoy son de otra. Me dueles tanto cariño, eres tan cabronazo. No soy vengativa, ni pesimista, ni mucho menos poco risueña y animosa, claro que no. Sabes bien como soy. Pero ¿y yo? ¿Se yo como eres tu? Lo dudo. Y cada dia lo dudo mas. Cada paso que das me sorprende mas. Somos lamentables, esta historia (inexistente historia aproposito) es lamentable. Toda la rabia del mundo esta yendo hacia estas palabrejas desordenadas. TODA. Me parece que por ti he dado lo imposible, te he querido como nunca nadie lo va ha hacer, he reconozido mis errores y he perdonado los tuyos. No me arrepiento de ello, me gusta ser asi, me admiro a mi misma, admiro ahora tambien esta valentia que tengo, estas ganas de vivir que las lagrimas no me quitan. Parecere egocentrica pero ¿y que importa? Me quiero a mi, a ti ya no. Dije un dia que nunca podria hacerlo, pero lo has conseguido, has conseguido que lo que sienta por ti sea una rabia irracional, y me atreveria a llamarlo odio. He odiado mas, pero nunca he querido tanto. De todo esto he aprendido una cosa; nunca mas voy a convertir a una persona en mi vida. Asi mi vida nunca mas cogera la puerta y se largara para siempre.

Andrea, asi se llama.

Era una chica realmente bonita. Su ropa siempre llamaba la atención de los transeúntes que pasaban por su lado, aunque yo siempre he creido que mas que su ropa era la manera en que ella se la ponía y hacía que pareciera especial. Era muy bonita, si.
Tenia una larga melena, rizada y castaña. Nunca le habia gustado que hablaran sobre lo bonito que era su pelo, yo nunca lo mencionaba, pero era precioso. No se lo toacaba jamás, no lo soportaba, la conocía bien. Recuerdo que me gustaba abrazarla, yo siempre he sido mas cariñosa que ella, pero quizá no fuera por cariño puesto que sus abrazos me embriagaban de su perfume y eso me encantaba. Su perfume...Siempre el mismo, siempre la voy a recordar con esa fragancia fresca y personal, que me recuerda a ella y a nadie mas. Era una chica con carácter, aunque siempre he pensado que conmigo se calamaba, nose porque tenia esa sensación, quizá solo fueran imaginaciones. Le gustaba llevar la razón, aunque era una chica muy justa con ella misma y con los demas. Pocas veces sacaba de ella sus sentimientos, a diferencia de mi, ella casi siempre reprimia sus lagrimas, por eso siempre me ha sido muy duro verla llorar. Yo a su lado crecí por fuera, pero también por dentro, aprendí de su manera de ver la vida y me atrevería a decir que ella tambien aprendió de la mia. Andrea, asi se llama, era una chica fuerte y muy bonita. Tenia una sonrisa encantadora, que cuando estabamos juntas se ensanchaba hasta crear carcajadas sinceras y divertidas. Andrea, asi se llama, no tardé en conocerla, aunque sé que aún nos queda mucho por saber.

take me somewhere we can be alone.

Ya no espero nada de ti, ni de la persona de la que me enamoré. Tampoco sé donde se ha metido esa persona. Se ha marchado para no volver, espero. Se ha marchado con nuestros amaneceres y nuestras noches. Y con un montón de recuerdos de los que me voy deshaciendo poco a poco. Esto me ayuda; escribir sobre ti, sobre mi, sobre la persona que quise un dia, y sobre la que me dejó de querer.
Cuando vuelvas, si es que vuelves, no te molestes en secarme las lágrimas, lo haré sola, he aprendido ha hacerlo. Tampoco te molestes en ahorrarme sonrisas, ya nadie lo hace. Los libros se terminan, puedes releerlos, pero segundas partes nunca fueron buenas ¿verdad?. Los personages se hacen pesados y la historia pierde por completo la trama. Yo ya tengo otra historia y otra trama, y tu ¡porsupuesto! Pero no sé de que trata, porque ya no te conozco.

seguian siendo los mismos...

Una ciudad, la mágica Barcelona.
En una de sus mil calles estaba ella; sonriente, esbelta, aún pequeña, insegura y principiante. Impaciente, novedosa, alocada y joviosa. Unos pasos mas alejado de esa chica estaba él; sin tantos adjetivos puesto que sus ojos eran la perfecta descripción.
Sin nisiquiera conocerse, andaban uno detras del otro, inmersos en sus pensamientos, perdidos por aquella Barcelona de secretos y de historias que sus miles de muros han oido alguna vez, ¡ay de mi si las paredes hablaran! Ella, impaciente, avanzó; sus manos se rozaron y una mirada rápida aprisionó sus ojos.
Años mas tarde, en otra ciudad, especial a su manera.
Ella andaba con la rapidez impaciente que siempre la habia caracterizado, una calle del centro, repleta de gente sin prisa que fotografiaba cualquier anomalía dentro de lo normal. Él habia cruzado la calle principal, con algunos años mas, pero con esos ojos cielo. Él,ella,él,ella, ellos. Un golpe leve les distrajo,
-¡Ay!
-Perdone..
Esos ojos, esa cara, esas sonrisas.
Era otro tiempo, otra ciudad, otro cielo y otras nubes. Pero ellos seguian siendo los mismos...Y aún lo son.

No et llençis a pedre, no et facis malbé, perquè si ho fas perjudiques al mon sencer. No et pertanys, ets. Ets com el món que t'envolta. Ets misteri, i en el misteri del teu existir potser vals més del que t'imagines. Tens un sentit que va més enllà del sentit.

ceras de colores para dias grises.

Ese fue mi problema, mi gran error. Quererte demasiado. Convertirte en una parte fundamental de mi vida. Perderme por tu culpa y volverme a encontrar gracias a ti. Entender que la vida era mas vida porque tu estabas en ella. Viviendo de tus besos y abrazos podria hasta rechazar el aire.

anatomía de un instante

No entendia porque me habia llamado, ni entendia tampoco que hacía yo allí a su lado, en ese banco de otoños, veranos e inviernos, ese banco, el nuestro.
-Porqué tiemblas?- Su voz grave y característica que tanto me gustaba empezó ha hablar.
¿Qué porqué tiemblo?, porque cuando deje de temblar empezaré a llorar, porque necesito que me abrazes, porque cuando estoy aterrorizada o nerviosa tiemblo. ¿Cómo que porqué tiemblo!?.
-Tengo frio.- Respondí sin mas.
¿Frío? Elena por lo menos debemos estar a quinze grados, no hace nada de frio. Nunca has sabido disimular no te esfuerzes ahora "miss transparencia."
Entonces empezaste ha hablar. Éran palabras familiares, palabras de amor. Te quiero, te hecho de menos, sin ti no sé que hacer, fui un tonto, perdoname porfavor...O algo asi. Yo lloraba todo el rato, supongo que porqué siempre lloro por todo o casi todo, o quizá porque cada una de sus palabras se clavaba en mi,¡zas! directa al corazón. Y me abrumaban preguntas y respuestas rápidas que yo misma construia porque necesitaba oírlas.
Me quieres?, no.
Me echas de menos? ahora? despues de todo?
Sin mi si sabes que hacer, lo que llevas haciendo hasta ahora.
No fuiste, eres un completo imbécil.
Pero aun así, te perdono, porque lo necesito.
Necesitaba que vinieses arrepentido, o pareciendo estarlo. Necesitaba oír un te quiero tuyo, necesitaba que me vieras llorar sin necesidad de esconderme, necesitaba mancharte del rímel corrido cuando me abrazaste.
-Te quiero Elena.- Entonces tu voz ruda se quebró.
Lo abrazé, y lloré en su hombro un rato mas. Lo necesitaba entonces...Y lo sigo necesitando aún.

Se oía el ruido de mi agitado paso contra el asfalto de la calle. Eran ya las once y esta estaba desierta. Los pensamientos rebotaban en mi cabeza sin ser claros ni concisos. Recordaba las ultimas palabras que le dije:

- Llámame mañana! –Sé que ya no volverá...

No, nunca volvió. Las sonrisas de una tarde de noviembre y el café frío encima de la mesa hacen aún de este amor un recuerdo especial. Eres como una fotografía en blanco y negro, entrañable pero fría. Eres como una sonrisa maliciosa del niño que le ha quitado el caramelo a su semejante. Como una lágrima de “perdoname” o una de “te echaré de menos”. Eres inverosimil, salvaje y aturdidor, siempre lo has sido. Ahora solo quedan cenizas de un amor demasiado apagado, y palabras, muchisimas palabras vacias, palabras que no siguen ningún guión, palabras que no sabemos como decir ni como callar.

Apresuré el paso, no me gustaba andar sola por la noche y empezaba a chispear.

Los pensamientos me volvian a inundar la mente mientras observaba a un gato que hurgaba en la basura.

Recuerdo el primer dia que te ví, queria tu sonrisa para mi. La conseguí pero a un alto precio, ahora soy prisionera de tu sonrisa y de todo lo demas. Quizá tendría que borrar todos tus recuerdos para no llorar mas, pero luego me doy cuenta de que no estan escritos, ni dibujados, ni fotografiados. No. Estan cicatrizados en mi piel, dibujados en mis sonrisas y las unicas imagenes son las de tus labios en el primer beso, inexpertos y dulces al apar que asustados, las de tus lágrimas sinceras, y las de las tardes del frio invierno.

Llegué a casa, mojada de arriba a bajo. Repentinamente puse nuestra canción, al máximo, sonaba mas fuerte que nunca, y tu no estabas a mi lado. Quemé tus recuerdos, los que se pueden ver. Los invisibles ya se perderán por alguna otra historia de amor que no será la nuestra.