domingo, 3 de mayo de 2009

Los polos opuestos no siempre se atraen


Puse mi mejor sonrisa, la de los viernes por la tarde por ejemplo. Me sequé las lágrimas i le saludé con un aparente -Hola- El hola con mas amor que jamas leéreis. Las manos me sudaban y el corazón se me encogió hasta casi desaparecer. Me respondió de igual manera, salvo que su hola prescindia de tal amor. Le sorprendia mi osadía por hablarle. A mi tambien la verdad, pero ya estaba hecho.
Me calmé, aveces me asusta mi capacidad para relajarme y decir las cosas con claridad. El mundo es un malentendido. Volviamos a lo mismo, palabras sin sentido. Él tenia todas la ganas del mundo de perderme, y yo tenia todas las ganas del mundo de recuperarlo. Dos personas asi ya no tenian nada que decirse supongo. Los polos opuestos no siempre se atraen...

No hay comentarios:

Publicar un comentario